viernes, febrero 10, 2006

La paz de Dios está brillando en mí ahora.


¿Por qué esperar al Cielo?


Aquellos que buscan la luz
están simple­mente cubriéndose los ojos.

La luz está en ellos ahora.

La ilumina­ción no es un cambio, en lo absolutò;
es simplemente, un reconocimiento.

La luz no es del mundo, al igual que tú,
en quien la luz mora, también eres un extraño aquí.

La luz vino contigo desde tu hogar natal
y permaneció contigo porque es tuya.
Es lo único que trajiste contigo
de Aquel Quien es tu Fuente.

Brilla en ti porque ilumina tu hogar
y te conduce de regreso al lugar de donde vino
y donde estás en tu hogar.


Esta luz no se puede perder.

¿Por qué esperar a encontrarla en el futuro,
o creer que se ha perdido o que nunca existió?

El resplandor de tu mente
le recuerda al mundo lo que ha olvi­dado
y éste a su vez, restituye esa memoria en ti.

La paz de Dios está brillando ahora en ti
y en todas las cosas vivientes.


En la quietud se reconoce
universalmente la paz de Dios.
Pues lo que tu visión interna contempla
es tu percepción del universo.

Siéntate en silencio y cierra los ojos.
La luz dentro de tí es suficiente.
.
Excluye al mundo exterior
y permite que tus pensamientos
vuelen hasta la paz de tu interior.
.
Éstos son los pensamientos
que piensas con Dios.
Ellos recono­cen su hogar y apuntan
con absoluta certeza hacia su Fuente,
donde Dios el Padre y el Hijo son uno.
.
Te conducen de regreso a la paz,
desde donde vinieron
sólo para recordarte
cómo debes regresar.

Ellos acatan la Voz de tu Padre
cuando tú te rehusas a escuchar.
.
Y te instan dulcemente a que
aceptes Su Palabra acerca de lo que eres,
en lugar de fantasías y sombras.


Reconocemos que la paz de Dios
todavía brilla en no­sotros y desde nosotros
hacia todas las cosas vivientes
que comparten nuestra vida.
Las perdonamos a todas,
de lo que pensábamos
que nos había hecho.
.
Enviamos al mundo nuestra bendición salvadora , según decimos:
.
Que todas las cosas
brillen hacia mí en esa paz,
y que con la luz que mora en mí
yo las bendiga.

Frag. Lección 188

Un Curso de Milagros

A Couse in Miracles

3 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE VERDAD TAN GRANDE ,ASI ES ,ES LO UNICO, ESO ES LO QUE HEMOS VENIDO A BUSCAR ,EL RE-ENCUENTRO CON EL PADRE QUE ESTA EN NOSOTROS Y ENN TODO

Mary dijo...

Vinimos al mundo a recordar quienes somos, te amo Padre y infinita gracias, la paz esta conmigo. Mary

Anónimo dijo...

anónimo:
GRACIAS. GRACIAS.
Gracias por recordar,e esta Gran Verdad.
Que La Fuerza de la Vida, el Uno, os den energía...para seguir en la labor .....Os tengo de referencia....y siempre en momentos de falta de Claridad o Crisis de Claridad...vuestras palabras dan el toque a mi alma...para que vuelva a Servicio y Sigamos Juntos...
GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.