viernes, febrero 17, 2006

Tu paz está conmigo, Padre. Estoy a salvo.


Tu paz me rodea, Padre.

Dondequiera que voy, Tu paz me acompaña y derrama su luz sobre todo aquel con quien me encuentro.

Se la llevo al que se encuentra desolado, al que se siente solo y al que tiene miedo. Doy Tu paz a los que sufren, a los que se lamentan de una pérdida, así como a los que creen ser infelices y haber perdido toda esperanza.

Envía­melos, Padre.


Permíteme ser el portador de Tu paz.

Pues, tal como dispone Tu Voluntad, quiero salvar a Tu Hijo
para poder llegar a reconocer mi Ser.


Amén


Lesson 245
Un Curso de Milagros


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1 comentario:

Helmantur dijo...

Mil gracias por compartir esta bella oración... Namaste!