lunes, agosto 18, 2008

¡Rompecabezas!

Hoy me preguntaron que -además del trabajo- ¿cuál es mi pasión?

Confesé lo que ya sabe Dios: "armar rompecabezas".


Súbitamente vi el Todo como la suma de todos los rompecabezas, imagínate un rompecabezas repleto de piezas multicolores, cada una única e irrepetible. En donde no hay piezas (personas o situaciones) "buenas o malas" todas sirven para el propósito unificador y desde ese lugar no hay diferencias, aún cuando varíen en forma.

Es divertido armar rompecabezas porque no existe una "manera oficial" de hacerlo, cada quien tiene la suya, hay los que primero empiezan por los bordes, o los que separan por colores, hay quienes separan las piezas por formas, hay quienes empiezan p
or los estampados más definidos y quienes prefieren empezar por las áreas que les suponen mayor desafío. Mas no existe una forma "correcta" de hacerlo, el proceso es divertido cuando se tiene paciencia.

Al armar un rompecabezas el gratificante resultado siempre es el Todo.

Me queda claro que

-sin distinción de forma y color-
todas las piezas son valiosas;
es más,
el Tod
o está incompleto sin mí.

También resulta claro que en cualquier circunstancia o situación es lo que yo no he dado lo que está haciendo falta, mi amor es la pieza que hace falta para completar el Todo.

Ahora, en la distancia que la ilusión del tiempo me concede, me río de las veces en que:
obstinada por unir piezas en función del color confundí mar con cielo (no me dejaba guiar, ni quería ver las cosas con una perspectiva más amplia), las piezas embonaban -pero no correspondían- y era tal mi "gratificación inmediata" que fue dolorosa la separación, mientras que si lo hubiese visto como rompecabezas ni siquiera le hubiera dado importancia y habría corregido el error sin apego ni reparo alguno en cuanto lo distinguiera.

Armar rompecabezas también es "prueba y error" y afortunadamente no existe nadie que armando rompecabezas se atrape, se frustre o se quede haciéndose chaquetas mentales sólo porque hacía media hora que busca una pieza y no la encuentra, jajaja. Quien arma rompecabezas ya sabe que: todas las piezas están ahí, además de que no existe una secuencia general de armado: tomas una, encuentras su par, si no lo encuentras lo dejas ahí un rato mientras tomas otra. Es esa paciencia de los que están confiados en el resultado final en el tiempo aún cuando desconozcan cuándo ocurrirá.

Y ni qué decir de cuando las piezas no se parecen entre sí, es como cuando me pregunto ¿cómo puede esta situación formar parte de mi vida? Por increíble que parezca todo funciona para bien y si yo la excluyera, sería imposible armar mi rompecabezas. El rompecabezas obliga a la total inclusión de pensamientos, personas y situaciones que parecen fichas o piezas ajenas, distintas, fragmentadas. No puedo dejar ninguna fuera, por muy oscura o disímil que parezca; hacerlo equivaldría a declarar que no soy responsable del desamor en cualquiera de sus manifestaciones. El rompecabezas obliga a la total inclusión.

Y yo -separada del Todo- nada soy. Ahí donde Dios es Amor, Dios es el Todo, me queda claro que si no tengo Amor, nada soy, porque el amor es todoabarcador, el amor no hace excepciones, no segrega, sino que se extiene en el reconocimiento de que dar y recibir es lo mismo. Como pieza de rompecabezas es evidente que sin el Todo, nada soy, carezco de sentido. Cuando una pieza de rompecabezas se da a otra, no puede perder, siempre gana. Estoy hecha para dar y recibir simultáneamente, para unirme. ¡Qué fabuloso reconocimiento!

Puedo ver el rompecabezas de mi época colegiala, el de mi familia, el de mi trabajo insertándose como si tan sólo fueran unas piezas más en el rompecabezas de mi "vida" en el tiempo. Al igual que veo ese rompecabezas como si fuera una pieza más en el rompecabezas mayor de mi provincia y éste -a su vez- insertándose como si fuera una pieza más en el rompecabezas de mi país, y éste por igual como una pieza más en el rompecabezas del mundo. Y éste...

...¡no existe! Es sólo un rompecabezas.





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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestra!!! Admiro tu forma de explicar las maravillas espirituales,la sabiduría en el Amor Divino, el lenguaje de Dios que transmites desde tu Corazón.
Admiro tu pasión y cómo desde tu experiencia de Vida vas dandonos ejemplos de que en todas las circunstancias e instanes el Espíritu Santo nos guía.
También a mi me encanta armar rompecabezas. Y hubo una vez uno en especial que no lograba terminar de armarlo, era el puzzle de mi Vida, hasta que encontré la pieza que me faltaba, y llevaba la palabra YO. Cuando me encontré el mundo y mi Vida se armaron mágicamente ante mis ojos.
Gracias por tu servicio de Amor.
Adoro UCDM. Me llena de Luz en todos los instantes.
MAR

Anónimo dijo...

Fa, este es uno de los mensajes mas conmovedores que he leido. Refleja en palabras exactas lo mismo que siento profundamente y con una prosa sensible y dulce, pero a la vez poderosa e inconfundible.
Muchas muchas gracias!
Adriana en San Miguel de Allende

Anónimo dijo...

Gracias por tan marvilloso artículo, ¡qué simpleza para enseñarnos tremendas verdades! que nos demuestran que para que ellas existan no es necesario que se enmarquen en ninguna religión específica, pues todos los conceptos son iguales cuando los preside el Amor.

Si fuésemos capaces de ver nuestra vida como el gran rompecabezas, sabríamos aprovechar mucho más, cada momento, cada circunstancia de nuestra vida, porque en cada acontecimiento seríamos capaces de descubrir en donde calza, y cómo aprovecharlo para que nuestro destino se vaya forjando según lo que Dios espera de cada uno de nosotros.

Un rompecabezas, por bello que él sea. no puede mostrarse si no lo armamos con "santa paciencia" Ni la prisa ni la rabia nos pueden ayudar, sólo la serenidad y la paciencia nos llevan a terminar de encajar cada pieza en su lugar, y antes de conseguirlo cometemos errores ineludibles.

La vida es exactamente lo mismo...con Amor, Armonía, Alegría, Fe y Paciencia podemos hacer de nuestra propia vida el más lindo de los espectáculos no sólo para ver sino también para disfrutar...

Confieso, que este tipo de mensajes, me deja mucho más que el discutir sobre algo basado en suposiciones, como es la reencarnación jajaja

Con cariño Yol

el poeta mistico dijo...

Adhiero a los elogios.

Me gustaron mucho, dos últimos conceptos tuyos.

Uno del post anterior: "lo importante es como jugar y no que cartas tienes"

Brillante forma de explicar cual es la actitud mejor para este juego llamado vida...

Y este del rompecabezas, otro juego muy explícito...

Y tanto me han gustado que te voy a pedir autorización para publicarlos en mi Blog, o para hacer un comentario de ellos, como siempre citando fuente.

Un abrazo amiga

Unknown dijo...

Me ha fascinado la extraordinaria interpretación de la unidad que todos formamos parte.
Si faltara una pieza en el rompecabezas éste no estaria completo, no habria logrado su función de unir todas las partes.
Somos Uno, pero sin el otro no somos nada.

Anónimo dijo...

¡Hola querida Fa!

Magnífica analogía ésta, que nos permite comprender mejor como todos somos UNO, como separados no cumplimos ninguna función aquí.

Me encantó eso de que somos piezas únicas e irrepetibles, sólo en cuanto a la forma pero en cuanto a nuestro proposito, en esencia somos todos iguales(perfectos, divinos, eternos, completos, inmutables y en total estado de indefensión).

Creo que así como el Todo está incompleto sin mí, separada del Todo pierdo significado, fuerza y valor... como las gotitas de agua que se desprenden de una ola en el inmenso mar, por eso siempre con presteza a él deciden regresar.

El impacto de este párrafo es tal que lo copiaré textualmente:

"Quien arma rompecabezas ya sabe que: todas las piezas están ahí, además de que no existe una secuencia general de armado: tomas una, encuentras su par, si no lo encuentras lo dejas ahí un rato mientras tomas otra. Es esa paciencia de los que están confiados en el resultado final en el tiempo aún cuando desconozcan cuándo ocurrirá."

En esto consiste la fé, la certeza de que todo al final estará resuelto y en perfecto orden, que no nos faltará ni sobrará nada... es con esta base que podemos desarrollar nuestra paciencia infinita para seguir en acción hasta consumar el propósito para el cual estamos aquí...

Gracias amiga...

Permanece en mi mente todo el día.

UCDM

Un abrazo del alma

Fuenteamor

Anónimo dijo...

Poco a poco mi amada, llegamos a vislumbrar la verdad de la existencia. Creo que todos los que buscamos la verdad pasamos por esos momentos de incertidumbres hasta que comprendes que somos en realidad un rompecabezas, aun sabiendo que somos un rompecabezas del fondo de tu mente surgen a veces los rechazos hacia lo que no se ajusta a nuestros estereotipos, uno de los casos clasicos en mi vivir es el Islam, sigo sintiendo repulsión hacia esa manifestación espiritual por lo que le hacen a las mujeres, a pesar de comprender que es una mas de las piezas del rompecabezas. Sim embargo encuentro en sus escritos belleza que ilumina mi alma, belleza que los sufies trasmiten en sus bellos pensamientos y que hacen estremecerse mi alma con el toque infinito del amor.
Gracias por tu escrito mi amada, besos de luz de Aminta

Anónimo dijo...

Este mensaje me resultó tan claro y tan inspirador...! Muchas gracias...!!!

Este párrafo: "...en cualquier circunstancia o situación es lo que yo no he dado lo que está haciendo falta, mi amor es la pieza que hace falta para completar el Todo.", entre otros, me ayuda a recordar que tengo que seguir jugando con mi rompecabezas...

Te mando un gran abrazo!