Te doy las gracias, Padre, sabiendo que Tú vendrás a salvar cada diminuta brecha que hay entre los fragmentos separados de
Tu santo Hijo.
Tu santidad, absoluta y perfecta, mora en cada uno de ellos. Y están unidos porque lo que mora en uno
solo de ellos, mora en todos ellos.
¡Cuán sagrado es el más diminuto grano de arena, cuando se reconoce que forma parte de la imagen total del Hijo de Dios.
Las formas que los diferentes fragmentos
parecen adoptar no significan nada,
pues el todo reside en cada uno de ellos.
Y cada aspecto del Hijo de Dios
es exactamente igual a todos los demás.
Texto. Cap. 28.IV.9
Un Curso de Milagros
3 comentarios:
QUE CAPACIDAD DE DECIRLO TODO EN DOS PALBRAS:
GRACIAS POR COMPARTIR: GRACIAS
Muchas gracias por recordar éste comunicado y extender belleza.
Son una indicación maravillosa para recordar el Hogar.
Saludos Cordiales
Gracias a ti Masira por tomarte el tiempo para regresar de tu mano al Hogar,
Celebremos!
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