
.
.Cierro los ojos, inhalando y permitiendo que el amor me envuelva en el reconocimiento de la unicidad, la santidad. Abro los párpados y resulta más nítido expresar:
.
Mi santidad envuelve estos dedos,
mi santidad envuelve esta pantalla,
mi santidad envuelve esta pared,
mi santidad envuelve esta chamarra,
mi santidad envuelve todo lo que veo.
Wow, gracias!
======================
[Lecturas relacionadas]
.El feliz hábito
No es cuestión de palabras
2 comentarios:
hicessHay momentos en que una palabra dicha en el instante preciso, vuelve hermoso y felíz todo un dia de vida. Gracias por las palabras de éste dia.
Voy a repetir el hermoso y justo comentario de Anónimo.
Una palabra dicha en el instante preciso hace que el día en que fue dicha, sea un día de alegría, lleno de sonrisas.
Doña nadie, gracias por esta publicación y por todas.
Abrazote, Susana
Publicar un comentario