Reencuentro

REENCUENTRO

Estaba perdido entre el ego y la mente,
entre el dolor antiguo, que como pesado lastre
anidaba en mi inconsciente,
generando tristeza que explotaba en ira.

El ego asustado luchaba por sobrevivir y la mente
problemática avivaba frustraciones, como viento a la hoguera.

Así llegue confuso y dolorido a los fondos sombríos de la depresión.
Allí me demore un tiempo...

Cuando fatigado ya de tanto sufrimiento, dije basta
y bosqueje en el aire un hacer positivo.

Vasto esa sola actitud, para que cual destello en noche oscura,
el Universo advirtiera y pusiera en marcha
la confabulación en mi favor.

Casi en forma instantánea, y surgida de la nada,
una desconocida me saluda e iniciamos
conversación en temas ocasionales.

Sin darme cuenta desemboco
como río en el océano de mis problemas.

Cual remedio milagroso, el diálogo comenzó a encender
las luces apagadas de mi alma.

Me acercó a una fogata donde ardía el fuego del amor
y mi leño apagado se prendió junto a los demás.

¡Oh virtud de la unión que genera energía!
Fuego sagrado que enciende otros fuegos.

Y así me reencontré con mi energía, que cuál río de montaña
después de la lluvia, arrasó con muros y barreras alzadas por el ego,
arrastrando como troncos flotando a la deriva,
a las racionalizaciones temerosas de mi mente.

Libre ya mi ser de erróneos quereres, fluyeron soluciones
veloces como un rayo, y en alquímica transmutación
me encontré empezando a ser uno con todos.

Comencé a observar, pensamientos, emociones
y sentimientos y todo fue claro.

Fue casi como un amanecer, de pronto terminó la noche
y comprendí todo.

La llama del amor puso luz en mi corazón,
mostrándome por donde seguía el sendero.

El Poeta Místico, verano de 2005