Nada irreal existe

NADA IRREAL EXISTE
Texto de Rita Calderón.

Un Curso de Milagros se inicia con unas frases y ésta es una de ellas. Por supuesto que todos la conocemos, la sabemos, la trasmitimos, pero todavía no lo entendemos.

Estamos en un mundo de ilusiones viviendo experiencias que nos hagan comprender qué es real y qué no lo es. Sin embargo, por sucesos por todos conocidos se nos inculcaron ciertas reglas y limitaciones y aprendimos a darle valor a lo que no lo tenía. Nada ilusión tiene valor porque es irreal y no existe.

Nosotros lo hicimos y seguimos haciéndolo. Damos valor al sufrimiento, al temor, a la angustia, al dolor, a la enfermedad y seguimos padeciéndolos y todavía más, guardamos profundamente estos sentimientos en nuestros registros y memoria celular. Todo eso es irreal y no existe. Sin embargo los valoramos y los tenemos. Por tanto hay que eliminarlos. No nos sirven, son irreales y no existen. Y sobre todo, ya no los necesitamos al haber aprendido esa lección.

Todos los que guiamos UCDM, los Maestros de Dios, somos sanadores no sanados. Así mismo todos los que todavía estamos aquí, en el mundo de la dualidad y la ilusión, seguimos aquí porque aún no hemos sanado. Sin embargo, cuando estamos ayudando a alguien a aprender, nosotros estamos aprendiendo; a sanar, nosotros estamos sanando, porque solamente dando es como se recibe.

Al ayudar a alguien a resolver sus dudas, sus problemas, a reconocer quienes son, lo valioso que realmente es y esta persona siente el cambio en su forma de pensar y de actuar, está cambiando y ayudándonos a cambiar. Nadie se salva sólo.

Cuando un maestro y un alumno se interrelacionan, se unen y se sanan mutuamente, reconociendo la impecabilidad en el otro, ambos son salvados. En esta relación el alumno y el maestro se sanan mutuamente. Y la salvación no es dada por ninguno de los dos, sino por Dios. Es simplemente que al verdaderamente reconocernos como el Hijo de Dios y ver el rostro de Cristo en el otro, tan puro, perfecto e impecable como fuimos creados, estamos listos para recibir la salvación y nuestro Padre nos la otorga.

Volvemos al principio, “nada irreal existe” y ahí está la clave de todo. Juzgamos y damos valor a lo que no lo tiene. Al aprender a ver y poner en práctica este conocimiento, estamos dando el primer paso para nuestra liberación con la guía del Espíritu Santo.

Saludos cariñosos de Rita Calderón