Un Sueño...

Un Sueño...

El 8 de abril tuve este sueño:
Le avisaba a una tía sobre próximas sesiones de sanación, en cuanto se lo notifiqué su cara se iluminó mostrando ternura y júbilo indescriptibles, aún con los ojos radiantes me preguntó:

-"¿y qué Sacerdote hará la imposición de manos?"

Me quedé callada. Mi silencio y el sonido de su respiración agravió su semblante hasta tornarse endemoniado, entonces con una feroz mueca replicó indignada:

-"No me digas que la cristiana ¡esa!"

Su reacción me dejó atónita, permanecí muda unos instantes más cuando súbitamente todo se aclaró en mi mente que atinó a responder:

-"Tía, la sanación es para los enfermos.
A los enfermos para reconfortarles
generalmente les dan caldito de pollo,
pues has de cuenta tía que esta sesión
es de caldo de pollo para el alma...

...y tú estás muy preocupada no por el caldo,
¡sino por la cuchara!"

Conforme yo hablaba su mandíbula apretada empezaba a temblar, así que mejor evité verla y seguí diciéndole:

-"Estoy asombrada, dime,
¿desdeñas el caldo de pollo por la cuchara?

¿Acaso si no hay puesta una cuchara de plata
no vas al banquete del Señor?

¿Acaso si no es con tus cubiertos

prefieres desairar comensales e invitación?

¿Acaso sólo tu cuchara es válida?

¡Qué son los servidores de Cristo, sino cucharas!"

Mi punto final fue un suspiro, la miré de nuevo y ahora mi tía tenía los ojos inundados; abrió la boca y entre sollozos dijo:

-"Perdóname Padre"

Me desperté de la impresión, nunca había visto a mi tía llorando.
-------------------------------------

Tenía que escribir esto porque eso de cuál cuchara es la "buena", la "justa", la "legítima", la "apropiada" NO ES TEMA para alguien que se precia de la unicidad, para alguien que conoce a Cristo.

Además...
...es sólo un sueño.

Fabiola de la Paz