Quién a quién

Atrapada sólo en la ilusión,  en la ilusión de la vulnerabilidad de un cuerpo que puede ser amenazado, afectado, enfermado,  en la ilusión de un estado civil, profesión, código postal, oficio, en fin.  Esto hace que no me considere uno con todos,  por ende estoy separada del todo,  esa separación por mi especialismo me causa culpabilidad,   no puedo percibir inocencia, unicidad.

 

Estoy en mi prisión,  conceptos, definiciones, recuerdos que me aprisionan, que me hacen "mi historia"  la que no suelto y por ende permanezco atrapada,  ilusamente en mi historia tengo atrapada al "maldito cancer" al "maldito oficial"  al "maldito..."  creyendo que al tenerlos encarcelados soy libre,  quién tiene a quien.   Sólo mi ego sabe hacerla de carcelero...se atrapa a sí mismo.

 

Suspiro,   me rindo,  pido ayuda,  no sé cómo hacerlo.  El Espíritu Santo viene, hermoso maestro  me recuerda que no hay nada fuera de mi,  que todo ha sido tal como yo lo pedí,  que ese prójimo es el Hijo de Dios y es siempre inocente,  siempre unido a mí y a todo. 
Me presta sus ojos...  me veo en tí...
escucho,  aprendo y libero!

 

"Me verás a medida que aprendas que el Hijo de Dios es inocente.  El siempre anduvo en busca se su inocencia y la ha encontrado. Pues cada cual está tratando de escapar de la prisión que ha construido y no se le niega la manera de encontrar la liberación.  Puesto que reside en él, la ha encontrado. 

 

Cuándo ha de encontrarla es sólo cuestión de tiempo y el tiempo no es sino una ilusión.  Pues el Hijo de Dios es inocente ahora y el fulgor de su pureza resplandece incólumne para siempre en la Mente de Dios.  El Hijo de Dios será siempre tal como fue creado. 

 

Niega tu mundo y no juzgues al Hijo de Dios, pues su eterna inocencia se encuentra en la Mente de su Padre y lo protege para siempre."

Libro de Texto Cap. 13.I.5
.Un Curso de Milagros
A Course in Miracles


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.Vuelo libre, vuelo en el amor
Libertad en el renacimiento
¡A darle!