domingo, marzo 01, 2020

Secreto de la Paz


Identificar la fuente del problema es ya la vía a la solución,  El Curso de Milagros nos trae varios recordatorios de que hay una sola solución; ah, pero no,  mi ego juguetón explora,  se victimiza,  se enreda en las bifurcaciones del laberinto,  por el puro gusto de tener la razón.

Que bueno es llegar al capítuo 27,  recordándome que la forma que tome el supuesto "problema" jamás puede afectar a mi Ser,  que todas las formas de sufrimiento son la misma ya que tienen todas la misma causa, y todas esas formas pueden deshacerse en el reconocimiento de mi Identidad.

Inevitables tentaciones con las que el ego llega para poner en duda mi identidad, "si tu eres el Hijo de Dios, tal o tal...."  "si tu eres el Hijo de Dios, esto o aquello..."   pongo un alto a su condicional,  no tengo que demostrar nada.  El Amor es.  La Verdad es.  Nada que demostrar.  Y respondo tal como lo hizo mi maestro. "Escrito está"  En esa respuesta le doy el peso a La Palabra,  Al Verbo,  a La Verdad, tornando cualquier vano afán en algo irrisorio, demente, que se desvanece en la luz del amor,  no hay secretos, la sanación está aquí.



"Cuán diferente percibirás al mundo cuando reconozcas esto.  cuando perdones al mundo de tu culpa serás liberado de ella.  Su inocencia no demanda tu culpabilidad, ni tu impecabilidad descansa en sus pecados.  Este es lo obvio, un secreto que has guardado de ti mismo.  Y que te ha mantenido separado del mundo, ha mantenido a tu hermano separado de ti.  Ahora necesitas aprender que ambos son inocentes o culpables. Lo que es imposible es que no sean iguales.  Este es el único secreto por aprender. Y no habrá secreto, tu estás sanado."


Libro de Texto Cap. 27.VIII.13

Un Curso de Milagros

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1 comentario:

Delgarmf dijo...

ecreto de paz.
HE releído... Mantener la paz, e medio de Injusticia. Sin embargo la palabra injusticia, entiendo no es adecuada. Aunque describa algo no realizado por mi. Si todos fuéramos conscientes. Hay seres insconcientes y hacen daño y aún así, hay que perdonar, para estar en paz.