lunes, abril 27, 2020

Al día, no hay más

Al día y a cada día su propio afán,  no hay más,  no puedo abarcar más desde mi pequeño yo,  este yo temeroso que quiere prevenir, preveer,  anticipar,  no sabe vivir al día,  al instante.

Así me llega la lección del día y repaso la lección 106,  qué maravilloso repaso,  aquí la traigo completa:

"Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

Si no le prestases atención a la voz del ego, por muy ensordecedora que parezca ser su llamada,  si no aceptases sus míseros regalos que no te paortan nada que realmente quieras,  y si escuchases con una mente receptiva que no te haya dicho lo que es la salvación,  podrías entonces oir la poderosa Voz de la verdad, serna en su poder,  fuerte en su quietud y absolutamente segura de sus mensajes.

Escucha, y oye a tu Padre hablarte a través de la voz que Él ha destinado que sea su Voz,  el Espíritu Santo, que acalla el estruendo de la insignificante voz del ego y les muestra el camino de la paz a los que no pueden ver.  Aquiétate hoy y escucha la verdad.  No te dejes engañar por las voces de los muertos, que te dicen que han encontrado la fuente de la vida y te la ofrecen para que creas en ella.  No les hagas caso, antes bien, escucha la verdad, la Voz del Espíritu Santo.


Hoy no tengas miedo de eludir las voces del mundo.  Sigue adelante con paso ligero más allá de las voces falsa y de su insensata persuación.  No les prestes oidos.  Aquiétate hoy y escucha la verdad.  Ve más allá de todas las cosas que no hablen de un Dios de Amor Incondicional, Aquel que tiene tu felicidad en Sus manos y que te la ofrece con calidez y amor.  Escúchalo unicamente la Voz del Dios de Amor Incondicional hoy,  y no te mores más en llegar hasta Él.  Escucha una sola voz hoy, la Voz del Espíritu Santo.

Hoy se cumple la promesa de la Palabra de Dios.  Escucha y permance en silencio.  El Espíritu Santo te hablárá.  El viene a ti con milagros que son mil veces más jubilosos y más maravillosos que los que tu jamás hayas podido soñar o desear en tus sueños.  Sus milagros son verdad.  No se desvanecerán cuando al sueño le llegue su fin.  Por el contrario,  los milagros del Espíritu Santo son los que darán fin al sueño y perdurarán eternamente,  pues proceden de Dios para Su Hijo bienamado, cuyo otro nombre eres tu.  Prepárate hoy para los milagros.  Permite que hoy se cumpla la ancestral promesa que tu Padre te hizo a tí y a todos tus hermanos.

Oyelo hoy, y escucha la Palabra que levanta el velo que cubre la tierra y que despierta a todos los que duermen y no pueden ver.  Dios los llama a través de ti.  El Espíritu Santo necesita tu voz para hablarles, pues ¿quién sino el Padre podría llegar hasta el Hijo, llamándolo a través de tu Ser?  Óyelo hoy, y ofrécele  al Espíritu Santo tu voz para que Él pueda hablarle a las multitudes que esperan oir la Palabra que El pronunciará hoy.


Estáte listo para la salvación.  Está aquí y hoy se te concederá.  Y descubrirás cuál es tu función por medio de Aquel que la eligió por ti en Nombre de tu Padre.  Escucha hoy y oirás laVoz del Espíritu Santo que resonará por todo el mundo a través de ti.  El Portador de todos los milagros necesita que tu los recibas primero, para que te conviertas en el feliz dador de lo que has recibido.  

Así comienza la salvación y así termina:  cuando todo sea tuyo y lo hayas dado completamente, permanecerá contigo para siempre.  La lección de que dar es recibir se habrá aprendido.  Hoy vamos a aplicar lo que es dar,  pero no de la manera en que lo entiendes ahora, sino tal como es.  Los ejercicios de cada hora deben ir precedidos de esta plegaria de iluminación:

Me aquietaré y escucharé la verdad

¿qué significa dar y recibir?


Pregunta y confia en que se te contestará.  Lo que pides es algo cuya respuesta ha estado esperando mucho tiempo a que la aceptes.  Comprender lo que verdaderamente significa dar y recibir representará el comienzo del ministerio para el que viniste,  el cual liberará al mundo de la creencia de que dar es una manera de perder.  De este modo el mundo se prepara para entender y para recibir.

Aquiétate y escucha la verdad hoy.  Por cada cinco minutos que pases escuchando,  mil mentes se abrirán a la verdad y oirán la santa Palabra que tu oyes.  Y cuando la hora haya pasado, liberarás a mil más que harán una pausa para pedir que la verdad les sea revelada tanto a ellas como a ti.

Hoy se cumple la santa Palabra de Dios cuando tu la recibes para darla,  de manera que puedas enseñarle al mundo lo que significa dar, escuchándolo y aprendiéndolo de Él.  No te olvides hoy de reforzar tu decisión de escuchar y recibir la Palabra, repitiendo el siguiente recordatorio tan amenudo como te sea posible:

Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
Hoy soy el mensajero de Dios.

Mi voz es Suya para dar lo que recibo. "

Lección 106
Libro de Ejercicios

Un Curso de Milagros

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