Amnesia en caja

Amnesia,  cruel amnesia que me aparece barrotes, cárcel, grillete, guillotina, verdugos, lágrimas y dolor, y yo dirigiendo mi propia película esta de "amnesia en caja", olvidándome que no es más que un sueño, entrándole al drama, sintiéndome víctima de la "amnesia",  y sin salirme de la caja,  actuando como para un óscar.

Y así,  en esta película, llega el joven herido y furioso para exclamar desolado que  "la libertad no existe"  me explica que si "Dios lo sabe todo entonces Dios ya sabía que ibamos a entrar en este infierno y que no tiene ningún sentido hacerse para ningún lado, que ni siquiera hay fórmula, cuando todo está predestinado,  cuando no se tiene libertad, cuando la libertad no existe" me reprocha llorando. 

Uff suspiro, en medio de este campo de batalla sus frases resuenan en mi mente, acuchillan mi corazón y  de inmediato detonan todas las alarmas,  igual que las de mi despertador,  para decirme que ¡ya es hora! y que esto es ¡sólo un sueño!.

Pongo manos a la obra y esa obra sólo reside entre mis dos orejas y atrás de mis cejas, ahí es donde despierto,  donde identifico que se trata de una ilusión, entonces no puedo echarle rollos ni sermones a los personajes de la película,  ni para qué mencionarles que es irreal,   sería tan estúpido como pretender dialogar con el programa de la televisión desde mi sillón y decirles que no hay peligro porque en mi mano tengo el control remoto y que puedo cambiar de canal.  

Ay amnesia,  ay,  ay, ay, dolorosa amnesia que me sumerge en el olvido de mi Verdadera Identidad.  

Es una amnesia en caja,  que se me encaja y con mis pequeñas fuerzas no puedo hacer nada,  pido ayuda,  una pequeña dósis de buena voluntad bastará y el Espíritu Santo se hace cargo.

De inmediato baja el volumen de la caja y lo escucho,  está aquí diciendome que nada de lo que veo significa algo,  que le he dado a todo lo que veo, todo el significado que tiene para mí,  que mis pensamientos no significan nada y que mis pensamientos sin significado me muestran un mundo demente,  que Dios no creo un mundo sin significado,  que puedo ver las cosas de otra manera si así lo elijo.  Que soy libre de elegir y que la libertad siempre está a mi disposición,  ese el libre albedrío,  la libertad es eterna, inmutable y puedo optar por elegir con qué ojos quiero ver.

Los ojos del Amor no ven el control, la película ni la caja,  el Amor sólo se contempla a sí mismo. Y en este maravilloso reconocimiento, me veo, te veo.

Te amo.


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Escucho Tu Voz
Quién a quién
Yo elijo