No hay nada que mi santidad

Hace unos días escribí este texto en respuesta al correo de mi amiga quien estaba en una desgastante batalla contra el ego y sus efectos:

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Gracias por compartirme tu lucha que es la mía, porque no hay nada fuera de mi. Y porque si "como el viejo decía, las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente..." Esta lucha es exactamente la constante que ofrece el mundo, es lo único que el mundo ofrece la total devastación, desolación, depresión, defragmentación, desesperación.

Justo ayer le escribí a Monty que el Miércoles ya podré estar de regreso en las sesiones, gracias por la post data. Se me ocurre que te gustaría tener un CD de la sesión de luz que grabé, lo tiene Monty, el Miércoles le pido que ponga disponibles CDs para que puedan revivir las melodías que el Espíritu nos canta.

De lo que me escribes te recomiendo las lecturas de "Me provee de todo lo que necesito", la de "Mi única Co-dependencia" y "Expectativas y Paz" las encuentras en el blog.

No hay nada que tu santidad no pueda hacer, no hay nada que mi santidad no pueda hacer. Con esto en mente, tienes el escudo de la indefensión actuando en todo su poder. Porque la indefensión descansa en la certeza, certeza de que el amor no hace excepciones y de que no hay nada que tu santidad no pueda hacer.

Cuando tenemos una dosis de luz como las que tuvimos a principios de mes, es como meterle un alka-seltzer a un indigesto, los pensamientos nocivos emergen efervescentes, para que vomitemos los residuos tóxicos de desamor, enojo, frustración, ansiedad, desolación y amargura que quedan por ahí buscando ocultarse de la luz. Y eso ha ocurrido, emergen a una mente que desea la luz de la paz, por eso es que eres consciente de que han emergido y por eso es que el Espíritu Santo con la buena voluntad que tienes tomará cartas en el asunto. Yo de plano le digo "Cabrón, el balón está en tu cancha" y así de cuates, le dejo la jugada completa.

Sí, UCDM dice que "no tienes que hacer nada" pero también dice "no tienes que hacer nada salvo no interferir" y una vez que dejas el balón en su cancha, es otro tema, respiras aliviada sabiendo que has hecho lo único que podías hacer: renunciar a ser administradora (controladora) de ilusiones. Y es que esta tarea ha sido tan desgastante, andarte cuidando de todo y de todos; esta tarea es la que a mí me hace sentir pequeña, miedosa, agresiva, insignificante, por eso es que ya hace tiempo que no me la pongo.

Las sesiones de luz intensas ya te digo que tienen efectos fuertes, sacudidas repentinas, -imagínate mi última sacudida tuve a mi papá en el hospital- lo trascendente es no permitir distraerme por las imágenes que el mundo me ofrece.

Pero regreso al efecto alka-seltzer, todas esas tentaciones (intentos para hacerte sentir separada de Dios) que vienen por los sentidos -y por los pensamientos- una vez que emergen, la mente sanada no se hace pendeja. Esto es por ejemplo que Jesús cuando fue tentado en el desierto (tu mente) por el demonio (el ego) no se hizo pendejo, no se hizo como que la virgen le hablaba, ni se siguió de frente pensando "no oigo, no oigo, soy de palo" sino que atajó y puso en su lugar al ego. Ni siquiera lo combatió, sólo fue necesario recordar la Palabra de Dios, todas las veces en que el ego le interpeló no respondió desde su "ego espiritual" con un rollo, simplemente se remitió a las escrituras, todas las veces le contestó "Escrito está... ..." por eso te escribo ahora amiga: escrito está: "No hay nada que mi santidad no pueda hacer".

Te mando un abrazote, gracias por tu luz, celebro tus eructos porque me indican que vamos bien con el alka-seltzer de luz que nos echamos ¡vamos bien!

Nos vemos el Miércoles.

Fa