miércoles, junio 27, 2007

Para reconocer a mi hermano

"La manera de reconocer a tu hermano es
reconociendo al Espíritu Santo en él."

Texto Cap. 5.III.1
Un Curso de Milagros

Releo esta oración y me quedan claras tantas cosas,
para reconocer a mi hermano
preciso reconocer al Espíritu Santo en él.

¿Alguna vez con tus sentidos has reconocido al Espíritu?
Difícilmente, porque el espíritu no es del ámbito material o físico sino precisamente del ámbito espiritual o metafísico (más allá del físico).

Tu ya sabes que eso quiere decir entonces que: no hay razón para reconocer al espíritu conforme a las formas, conforme al color de piel, al color de ojos, a la envoltura brillante o degradada, puesto que el espíritu no está en la forma.

Y si no está en la forma, entonces no está en el mundo de la percepción, y por ende tampoco en el de la acción. Sígueme en esta madeja porque si no está en la percepción eso significa que el espíritu no vive en las "buenas" acciones, como tampoco en las "malas", no son su cancha, su ámbito, su tema. Por eso el Espíritu de Dios es constante, amoroso, misericordioso. Nada puede afectar al Espíritu de Dios. Nada Real puede ser amenazado. Cómo se iba a "entristecer con las guerras" si ni siquiera las ve, no son su terreno.

Caray, ya me metí en otro tema " de quién son las guerras" tendré que escribir sobre ello más adelante pero en resumidas cuentas, las guerras surgidas del odio y del principio de escasez que operan en el plano físico, material y perecedero, ¿cómo podrían vincularse con un Dios amoroso, completo, total al que no le falta nada, que es eterno, inmutable y que está más allá del plano físico?

Regreso a nuestro tema el del plano espiritual:


"La manera de reconocer a tu hermano es
reconociendo al Espíritu Santo en él."

Texto Cap. 5.III.1
Un Curso de Milagros

Este reconocimiento no lo pueden hacer mis sentidos porque el Espíritu no es algo que se vea, se palpe, se escuche, se huela o se paladee, por ende mi cuerpo no puede contribuir a que yo realice ese reconocimiento. Si no lo puedo hacer con mi cuerpo y mis sentidos, ¿cómo puedo reconocer al Espíritu Santo en mi hermano? La respuesta es: con ayuda, para eso tenemos al ayudador, al confortador, al consolador, al que puede comunicarse de espíritu a espíritu y por ende los reconoce inmediatamente.

Es el Espíritu Santo que vive en mí el que reconoce el Espíritu Santo en mi hermano y se sabe uno sólo con Dios. Brinca de alegría y se emociona, como cuando cuentan que las panzas embarazadas de Isabel y María se encontrarón y los bebés Juan y Jesús de sus respectivos vientres se reconocieron.

El Espíritu Santo que vive en mí reconoce el Espíritu Santo en el otro, me recuerda que somos un solo espíritu, proveniente del Padre, entonces somos de la misma naturaleza, somos hermanos.

En este reconocimiento soy libre,

gracias al Espíritu Santo me libero al reconocer quién soy,

Jesús dijo, "si conocen al Padre me conocen a mí".
¡¡¡¡Claro!!!!

Si tu le dices papá a tu papá,
y el de junto también lo hace...
¡bingo! ...¡es tu hermano!

Y esta Filiación o suma de las partes del Todo
posee las mismas características que el Origen,

que el Padre. ¡wow! entonces hay mucho que celebrar, comparte mi oración:

Espíritu Santo
ocupa mi mente y
reconócete en mi hermano

para recordarnos mutuamente
el camino de regreso.


Espíritu Santo
gracias por este regalo tuyo
.






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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy oportuno tu mail para recordar que esta es la base para poder practicar el perdón. Una vez que reconocemos al Espíritu Santo en un hermano desaparece cualquier juicio, enojo, resentimiento, rencor, agravio, sufrimiento, dolor, pesar, amargura, intranquilidad, ira, tristeza
que tenga uno respecto de él.
Y en sentido inverso también es así; si es él que aparentemente sostiene estos sentimientos contra uno, el sólo reconocer al Espíritu en él anulará toda reacción contra su actitud.

darYrecibir dijo...

Ahí donde dar es igual que recibir, donde dar y recibir es simultáneo, es lo mismo ocurre exactamente como tu lo escribes Sonia, exactamente así.

Anónimo dijo...

aNÓNIMO:

gRACIAS.
HERMOSA LECCION.
CUANDO EL MUNDO SE NOS DICE: RELACION BIUNIVOCA, DAR Y RECIBIR....
GRACIAS POR ESTA LECCION.

june faria dijo...

QUIERO ENTENDER.
DESEO ENTENDER.
NECESITO ENTENDER.

darYrecibir dijo...

June exactamente esa pequeña dósis de buena voluntad (quiero, deseo, necesito) es la que hace que nuestro Maestro Interno el Espíritu Santo se haga cargo de traducir en nuestro corazón y nos regala un Conocimiento que no precisa explicación.
Sábete en sus manos, donde siempre has estado, acurrucada y amada, en unión con todo.