Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual.
(frag. Principios de los Milagros 22)
La misión del Espíritu Santo es abrirle los ojos a los ciegos, puesto que El sabe que ellos no han perdido su visión, sino que meramente duermen. El les despertará del sueño de olvido al recuerdo de Dios. Los ojos de Cristo están abiertos y El mirará con amor cualquier cosa que tu veas si tu aceptas Su visión como la tuya.
Libro de Texto 12.VI.4.2-4
Un Curso de Milagros
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