jueves, diciembre 30, 2010

Tiempo de eternidad

En el atardecer del 2010 no voy a perderme del instante en divagaciones del pasado o "propósitos" futuros. Esta vez me acomodaré - sin más- como pajarito en el alambre y me dispondré a contemplar. Sin pasado, sin futuro. Consintiéndome apreciar el soplo del viento en mis plumas y el melodioso gorgojeo de mis emplumados compañeros, con la mente inmersa en la comunión con el infinito horizonte que el presente me regala. Eso es todo.








"En la realidad del "ahora",
sin pasado ni futuro, es donde
se puede empezar a apreciar lo que es la eternidad.
Pues sólo el "ahora" está aquí y sólo el "ahora"
ofrece las oportunidades de los encuentros santos
en los que se puede encontrar la salvación."
Texto Cap.13. IV.7.6.
Un Curso de Milagros
A Course in Miracles





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viernes, diciembre 24, 2010

Mensajes y Again La última dósis

Mensajes

A quienes reciben en su buzón de correo los posts: gracias por su paciencia, notarán que ya quedó arreglado el envío. ¡Celebremos!

A los lectores preciso avisar que estaré fuera con motivo de las fiestas, por eso les anticipo el mensaje de año nuevo:


Again - La última dósis.Se me acaba el año, el último día, las últimas horas, es una ley del mundo que todo lo que empieza tiene que terminar. Ni hablar. Al visitar el blog de Adonai sentí la necesidad de aporrear teclas, de mecanografiar a alta velocidad, sentí este irrefrenable impulso de escribir.


Escribir… ignoro específicamente sobre qué escribiré. Estoy con la laptop sin un plan. (Me acordé de la frase que dice “Si quieres que Dios se ría, cuéntale tus planes”. Jajaja) Así es, no tengo una idea preconcebida.

Conciente de que todo lo que escribo sólo me lo escribo a mi misma, si de repente escribo hablando de tú, o conversando, no creas que he dejado de dirigirme a mi misma, todo es acerca de mí, soy Un solo Ser unido a mi creador.

Hay una oración que me da vueltas y vueltas: “El amor es incapaz de hacer excepciones”. Wow. Es todoabarcador. Dios es amor y Dios no hace excepciones. Entonces si crees tener algo que los demás no tienen… como una enfermedad, ¡wrong! (Me encanta esta palabra en inglés, suena como chicharra de respuesta incorrecta: ¡rrong!) Y por si se te ocurre pensar que Dios te mandó ese padecimiento te recuerdo que Dios es amor y no hace excepciones. Como Hijo de Dios no puedes tener algo que los demás no tienen, a menos que se te olvide Quién es tu Padre y con ello tu verdadera identidad.

Bueno. Sigo con el amor y las excepciones. “Quiero a todos menos a éste” es un claro ejemplo de excepción. Pero ahora veamos uno más sutil. “Mis hijos lo son todo” este es un ejemplo de relaciones especiales y el amor no está en ellas.
-¿Entonces mi relación de pareja no es amor?
Enseguida te respondo, primero permíteme resaltar que relaciones especiales son aquellos ilusorios vínculos que te separan del Todo. El cristianismo es amor incondicional, o sea sin excepciones. “Ama a tu prójimo como a ti mismo” no dice ama a dos mil cuatrocientos veintidós prójimos y el resto… que se chingue, que se joda. Tampoco le pone condiciones para que ese prójimo sea digno o meritorio de tu amor. ¡No! ¿Lo ves? El prójimo del prójimo eres tú. Un solo Ser. El mundo es el sitio donde vengo a aprender la única relación que es, sólo hay Una relación, Una sola mente, Un solo Ser, Un solo Padre, Un solo Hijo, Un solo Dios. (Y todo es acerca de ti y al mismo tiempo no es nada personal.)

Retomo y respondo tu pregunta… las relaciones especiales son aquellos ilusorios vínculos que te separan del Amor. Entonces si tu relación pareja contribuye a tu unión con el Todo, en el eterno presente, sin historias, esa relación es Amor.
-¿Cómo sin historias?
Sin pasado. (Recomiendo la lectura de
Mi Unica Co-dependencia). Sin historias, así de simple, sin condiciones. Sin que se trate de: te quiero porque me quieres, o te regalo porque me regalas, o te doy porque me diste.
-Es que ¿no hay que corresponder?
Jajaja, dejemos la correspondencia a los carteros. Qué no has visto que Tu eres amor, que lo único que puedes hacer es dar, y que dar y recibir es lo mismo. Acaso tu que eres Amor, ilusamente crees que puedes dar o recibir a cuenta gotas cuando el mar es minúsculo comparado con la luz del amor, la paz y la felicidad que irradian en ti cuando se los permites. Erróneamente supones que el amor, la paz y la felicidad son condiciones efímeras, por las que emprendes las más osadas búsquedas toda vez que olvidas que nunca te han abandonado, que siempre han estado aquí, son tu legado y esta herencia real no obedece a las leyes del mundo y por ende nunca se va a terminar.

Ya deja de llevar la cuenta, tienes esta vida, vívela, deja de dar tu amor dosificado, cuando no hay grados, niveles, volúmenes ni cuantificación posible para el inconmesurable amor todoabarcador que eres, ese amor que está en tu respiración, en cada palpitar viviente, en cada sonora carcajada, en la suavidad de cada caricia y más allá de ti, eternamente en ti.

Por eso el título fue la última dosis...

...ahora sólo doy TODO.


Yo también te amo.

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Me provee de todo lo que necesito
El eterno ahora
Haz que este año sea diferente

martes, diciembre 21, 2010

Again -Mi única Co-dependencia


Suelo decir que en "el mundo", "el sueño", "el ruedo" o "la cancha" existen reglas, leyes, técnicas y recomendaciones para hacerme de un "juego exitoso" y que Un Curso de Milagros es el mejor entrenamiento mental no únicamente "ver los toros desde la barrera" sino para reconocer que esa plaza de toros, donde "toreo" situaciones diarias, es tan imaginaria como el mismísimo toro y en este reconocimiento el mundo se des-hace, me libero.

En un mundo de separación aparentemente cada quien tiene su "ruedo", los asíaticos tienen "su ruedo", los europeos, los americanos, y hay todavía más "ruedos" por situación geográfica; igualmente hay "ruedos" para cada género, preferencia, ocupación, escolaridad, condición física, anímica, social, económica, política. Cuestiones a nivel cancha y cada quien parece tener "su cancha". Y a menudo -cuando me olvido de Quién Soy- me "engancho" en una "cancha" y lo llamo "solidaridad" que no es sino una forma de mantenerme encadenado "al mundo". (Recomiendo leer los comentarios de Carolina Corada, Rita Calderón y Lucía al tema de la
Empatía)

Y bueno, a nivel cancha te pones "la camiseta" (la identidad) acorde al juego en el que te hallas inmerso y acorde al "rol" o papel que -en ilusorio juego- tu ego te ha dispuesto. Así tienes una relación o varias, que es tuya, que es diferente, que es especial, una relación que nutres y procuras, porque la otra persona es "tu amigo", "tu jefe", "tu empleado" "tu familia", "tu cónyuge", "tu", "tu", "tu". Es más incluso ilusamente llegas a describirte/definirte en función de esa relación "soy el padre de..." "soy la pareja de...", "soy el gerente de...", etc. (Recomiendo la lectura de "
Libera a tu hermano -Deja los Post-it en paz")

Y estas identidades que no hacen más que separarte del Todo -triunfo para el príncipe del mundo- se arraigan en función del juicio que emites al rol que desempeñas, "quieres se un buen jefe", "un buen padre", "un buen amigo". Imagínate, si ya con tener la etiqueta de [madre] me da un punto de referencia en cuanto a las reglas de la cancha, ahora date cuenta qué estresante puede resultar imponerme además la etiqueta de [buena madre], eso conlleva muchas más reglas y acciones en la cancha, de la misma forma aplican para mis interacciones en la cancha con los demás. Por ejemplo, cuánto espero de mis hijos: espero que sean [buenos hijos] porque yo soy [buena madre], y una vez con estas etiquetas, juicios o filtros, lo único que hago es comparar. (Tristemente porque ya sé que el amor no hace comparaciones.) Pero a nivel cancha comparo porque ilusamente creo que soy diferente, que soy especial. Donde Todo es Lo Mismo no hay lugar a comparación, pero en el mundo, en la cancha, no es así.

"La comparación debe ser un mecanismo del ego, pues el amor no las hace. Creerse especial siempre hace comparaciones. Pues se establece al ver una carencia en el otro y se perpetúa al buscar y mantener claramente a la vista cuanta falta se pueda percibir."
Texto Cap. 24.II.1 ---Un Curso de Milagros


Entonces, con la contribución de mi ego me hice de una relación especial, la "mía", la que tengo que cuidar, y por ende preciso estar al pendiente de lo que la otra persona hace o deja de hacer, quiere o necesita. Porque con los ojos del ego, a la otra persona le hace falta algo y mi pequeño yo puede cubrir sus necesidades, yo puedo atender sus peticiones. En mi mente ego-céntrica -la otra persona me necesita y yo necesito sentirme necesitado, para poder cumplir mi etiqueta de [bueno], de [preocupado], de [superman], de [mujer maravilla], de [sufrido/víctima], de [rescatador] esa etiqueta que me pone mi mente ego-céntrica en función de ver en el otro, precisamente "otro", otro que no soy Yo Mismo.

Y responde mi ego: "por supuesto que veo a otro, ¡puesto que yo no soy así!, yo no soy inmaduro, yo no soy irresponsable... ...¡Yo no soy adicto!"

Me da un ataque de risa, jajajajajajajajajajajaja. ¿Que no soy adicto? Claro que lo soy, soy adicto a sentirme "único y especial", adicto a ver el pasado en la otra persona y con esa visión estoy siendo adicto a "mi cancha", a mi "ruedo", adicto al ilusorio sitio en donde estoy separado del Todo, adicción que se refuerza cuando olvido Quién Soy y por ende olvido que no hay nada fuera de mí.


Esto es lo que persigue el especialismo y esto es lo que contempla. Y siempre aquel a quien tu deseo de ser especial así rebaja, habría sido tu salvador si tú no hubieses elegido hacer de él un triste ejemplo de cuán especial tu eres. Contra la pequeñez que ves en él, tu te yergues alto y señero, irreprochable y honesto, puro e inmaculado en comparación con lo que ves. No entiendes que al hacer eso es a ti mismo a quien te rebajas.
Texto Cap. 24.II.4 -- Un Curso de Milagros

Ese "otro" es mi espejo, el mundo no es nuestro hogar, más allá de ese "ruedo", más allá de ese mundo hay un mundo que deseo, el viaje ha iniciado, depende de mí, Todo depende de mí, en Mí está la salvación. La solución a este problema es la solución que sirve para todos los problemas, debido a que sólo hay un problema y sólo hay una solución. El Espíritu Santo que ve todas "las canchas", todos "los ruedos" viene al sueño para recordarme que soy el Santo Hijo de Dios, en perfecta paz, dicha y felicidad, que no hay nada fuera de mi, que el Padre y yo estamos unidos, que no hay una línea en dónde el Padre acabe y empiece Yo, estamos en la Unicidad perfecta, el sitio del sueño no es mi hogar y yo lejos de las ilusiones siempre estoy a salvo. No voy a encadenar a mi hermano a las imágenes que niegan su Verdadera Identidad, que es la mía.



"La Biblia dice que tu camines con un hermano el doble de lo que él te pide. Ciertamente no sugiere que le retrases en su viaje. La devoción a un hermano tampoco puede retrasarte a ti. Sólo puede conducir al progreso mutuo."
Texto Cap. 4.--- Un Curso de Milagros

Ahora mi ego me trae sentimientos de culpa, siento pena por haber atado a mi hermano a un sitio que no le corresponde. Tengo ganas de pedirle perdón por lo malo que he sido. ¡Basta! En lugar de lamentarme por lo que nunca fue, en lugar de esa infructuosa torura mejor celebro la buena nueva, el evangelio que trae la salvación del mundo de las ilusiones. Supiro y respiro, el aquí y el ahora es brillante, amoroso, tierno, redentor, tal como el Espíritu Santo, mi guía y salvador, mí única co-dependencia.


"Mira a tu hermano otra vez, no sin el entendimiento de que él es el camino al Cielo o al infierno, según tu lo percibas a él. Y no te olvides de esto: el papel que le adjudiques se te adjudica, y tu caminarás por el camino que tu le señales porque ese es tu juicio sobre ti mismo."
Texto Cap. 25.V.5 ---- Un Curso de Milagros

¡Celebremos!

sábado, diciembre 18, 2010

Presente navideño hace la Navidad presente!

Envolver regalos es una linda forma de estar en el presente, se necesita poner atención para pegar el diurex o cinta adhesiva en su lugar.



El presesnte navideño hace la Navidad presente, instante en el que nazco de nuevo a la conciencia de ser Uno solo contigo, con todo.

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domingo, diciembre 12, 2010

Noticia - está en ti

wow, estoy de plácemes, complacida. Como decía mi abuelo "Tanto va el cántaro al agua..." y es que qué mejor muestra de que lo que enfoco se agranda que ver una campaña navideña que dista mucho de su usanza habitual esa que motivó que escribiera el post del 2008 "de la lista-Definiciones"

Ahora espectacularmente un énfasis en lo que está en mi/ti: emoción, generosidad, alegría y paz. Aquí traigo el video de la campaña navideña 2010. Y lo mejor: la belleza está en los ojos que la contemplan, así que te invito a entrar al blog y disfrutar la belleza que junto con la emoción, generosidad, alegría y paz están en tí!





Love's the only way!


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miércoles, diciembre 08, 2010

One more time-Expectativas y paz

Cuando algo aparentemente perturba la paz que rodea al Hijo de Dios (que soy yo, que eres tu, que somos todos y cada uno) seguramente es porque en mi mente fijé expectativas que no están siendo cubiertas en la forma en que "deberían". Entonces ese estado sin paz es un estado mental.

Sí. Está claro. La vara para medir... ...está en mi mente; las situaciones o las personas "no dieron el ancho" que yo dispuse en mi mente y eso puede decepcionarme, enfadarme, confundirme, eso puede aparentemente perturbar mi paz.
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Jajaja, me río porque si yo le puse "lineamientos" a la paz, es absurdo pretender permanecer en paz todo el tiempo cuando esa paz es ficticia, es ficticia por cuanto no es universal, inmutable y eterna. Es una paz inventada en función de que mi hijo, mi pareja, mi hermano, mi jefe, mi presidente, mi vecino actúen conforme a los lineamientos que yo he fijado en mi mente. Wow, qué forma tan sencilla para no estar en paz.
Son las expectativas.

Regreso al primer párrafo: Cuando algo aparentemente perturba la paz que rodea al Hijo de Dios, seguramente es porque en mi mente fijé expectativas que no están siendo cubiertas en la forma en que "deberían".

-¿Cómo puedo "recobrar" mi paz?

La respuesta es estate en el Aquí y el Ahora para poder distinguir que no hay nada que "recobrar"; para que tu respiración te sirva de bálsamo de conciencia de que no hay más paz que la paz de Dios, que estás a salvo en este instante, que la paz eterna y todoabarcadora es lo que te ha rodeado siempre.

-Pero es que ¿te fijaste cómo me contestó/ofendió/agravió?

Jajaja, lo ves: expectativas! mi hermano no dijo lo que "debería haberme dicho", hizo lo que no "debería"... ...wow, ¿te das cuenta? estás distrayéndote de la paz que te rodea en función de "tus expectativas". No son las expectativas del Cristo en tí (Cristo es aceptación y amor puro), son las expectativas del ego en tí, tu eres ambos, pero sólo uno de ellos es real, y lo que percibes da testimonio del que elegiste que fuera real para tí.

Viene la Navidad, perfecta ocasión para para reunirme, reconciliarme, religarme y renacer al Cristo interior. Qué mejor ocasión para dejar que la paz de Dios se perciba libre de obstáculos. Esa paz viene implícita con el perdón. Quiero estar en paz... ...perdono.

Perdono a mi amiga, mi hermana, mi vecina, mi pareja. Porque el no hacerlo me imposibilita a estar en el aquí y el ahora. Cualquier resentimiento, agravio, pesar y decepción son cosa de un tiempo que no es este instante y por ende me clavan al pasado, ocasionando que el pasado ocupe espacio en mi mente, la misma mente con la que ahora podría percibir paz si tan sólo pudiera perdonar...

Mientras mi mente siga con sus expectativas, el ataque y la defensa estarán justificados; el dolor y el resentimiento tendrán lugar; mientras mi mente fije "lineamientos" para la paz, sólo estaré en la búsqueda y nunca en la inefable "encuéntreda".

Perdono, me perdono a mi mismo incluso por las expectativas, y en este perdón me vienen unas enormes ganas de celebrar, de reirme, si, me río ahora de todas las "varas con las que medía" que no sirvieron más que de obstáculos para el amor y me perdono por ello.

-¿Cómo puedo perdonar tan fácil?

Para ser honesto, tienes razón, no es fácil para mi, pero para el Espíritu Santo, que puede darme la visión de Cristo, que puede trocar esos supuestos agravios en peticiones de amor y atender a su llamada, para el Espíritu Santo es el pan nuestro de cada día. El Espíritu Santo, el Cristo en mí, mi Ser Superior, me trae el milagro. Ese milagro es simplemente la corrección en la percepción, mostrándome lo que sí es real y desvaneciendo cualquier ilusión de agravio, ataque, pesar y dolor.

Y entonces con ayuda del Espíritu Santo, no tengo que hacer nada, salvo no interferir, le entrego todas las expectativas que me había inventado y permito que me muestre cómo el Hijo de Dios (que soy yo, que eres tu, que son todos y cada uno) renace esta Navidad envuelto en la paz que siempre lo ha rodeado, puesto que no hay más paz que la paz de Dios.
Te invito a que tu también entregues tus expectativas y respiremos la amorosa restauración de la paz esta Navidad.

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domingo, diciembre 05, 2010

¡Celebremos!


"El Espíritu Santo es

el espíritu del júbilo".


Texto Cap. 5.II.2
Un Curso de Milagros
A Course In Miracles

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Ahí afuera no hay nada!!!

AHÍ FUERA NO HAY NADA!!!
escrito por Anna Horno,
el jueves, 02 de diciembre de 2010 a las 10:30

A menudo la práctica de Un Curso de Milagros resulta complicada de llevar a cabo sin enredarnos en lo que parece estar sucediendo en el mundo, pero eso es precisamente lo que se nos pide.

La teoría es bien simple: ahí fuera no hay nada!!, NADA!! Nada entre lo que debatirse, ni bueno ni malo, ni santo ni pecaminoso, nada que sea mejor o peor, perfecto o imperfecto. Todo sucede en nuestra mente y en ningún otro lugar.

Desde que comencé a estudiar el Curso, algo que siempre he tenido muy claro es que debo asumir la responsabilidad por TODO lo que percibo. Jamás depende de nada ni de nadie, únicamente depende de mí, de mi decisión de continuar juzgando como siempre he hecho, o de entregar, para que pueda cesar todo juicio. De modo que cuando se me plantea un “dilema”, mi atención se vuelve hacia dentro, jamás hacia fuera, puesto que ahí fuera no está la solución. Ahí fuera sólo encuentro reflejos, benditos espejos que me muestran mis “puntos débiles”, que constantemente me invitan a volver a mi mente sana.

Nada está nunca condicionado por las apariencias, nada está nunca sujeto a la forma, a menos que así lo decida. Pero esa decisión, no tiene nada que ver con la práctica rigurosa de las enseñanzas de un Curso de Milagros.

Así que cuando mi hija decide estar de mal humor, yo también tengo una decisión que hacer: la de percibir su malhumor y reaccionar a él, o la de entregar al Espíritu Santo para que Él pueda trabajar en mi mente. Cuando un maestro, o un compañero de trabajo, o mi padre, o el desconocido que pasa por la calle junto a mí, es en apariencia grosero en sus expresiones, yo puedo decidir quedarme en la forma, perpetuando la culpa, o puedo ir un poco más allá y aprovechar lo que sí me resulta útil, comenzando por entregar esa “molestia” fruto de mi error de apreciación.

Las decisiones que tomamos de la Mano del Espíritu Santo, siempre sirven al propósito del Amor y la Unión, jamás al del juicio, el conflicto y la separación.

Mientras creamos estar experimentando la dualidad, cierto es que siempre podremos tener preferencias, siempre podremos elegir entre unas cosas que nos gustan más que otras, pero eso debe ser, simplemente una preferencia. A mí me gusta más la montaña que el mar, el frío que el calor, el color verde más que el gris, que me hablen dulcemente a que lo hagan a gritos… pero sólo es una preferencia. Ello significa que no voy a excluir del Amor de Nuestro Padre a todo lo demás, porque si lo excluyo, ¿dónde queda mi práctica del Amor?... es fácil amar lo que ya es afín a nosotros.

Independientemente de mis preferencias, debo aprender a amarlo TODO (“Dios está en todo lo que veo” – Lección 29, una de mis favoritas), puesto que cada cosa que percibo en el mundo y que provoca rechazo en mí, es tan sólo una parte de mi mente escindida que reclama su regreso a la Unidad.

De manera que tal como yo lo veo, nunca se trata de los otros, siempre se trata de mí y de lo que yo decido hacer con lo que parece suceder. No importa lo que los demás parece que hacen, porque los demás no están ahí tal como mis sentidos físicos los experimentan, sólo importa lo que yo decido hacer al respecto, porque en esa decisión está en juego la visión de Cristo.

Cualquier juicio o interpretación dará lugar a que demos realidad a lo que no es… el ego se frota las manos. El ego, siempre tratando de hacernos creer en la verdad de lo falso, siempre justificando, argumentando, interpretando, dando significado… todo para mantener nuestra culpa bien alejada de la Expiación.

Sin juicios, sin prejuicios, sin apegos, sin interpretaciones, sin expectativas, como simples observadores, sin más deseo que el de permanecer en paz, respondiendo con Amor a todo por igual… así caminamos en la dirección de nuestro Santo Hogar.

para leer la nota publicada por Anna Horno haz click aquí

sábado, diciembre 04, 2010

One more time - El anfitrión

Estuve visitando a una entrañable amiga y mientras disfruté de la hospitalidad de mi insuperable anfitriona me resolví a escribir precisamente sobre "el anfitrión" y por eso amad@ mi mism@ aquí me tienes hoy.

Recordé las muchas de las veces que en UCDM se hace énfasis en "ser anfitrión" una de mis preferidas es la cita:
.
"¿Qué prefieres ser rehén del ego o anfitrión de Dios?"


Esta pregunta que aparenta ser tan simple, nos puede sumir en una intensa reflexión. De entrada me está invitando a elegir, el poder de decidir lo tengo yo. Dios no es intrusivo, aún cuando me ha hecho su anfitrión esa es una alternativa por la que yo tengo que optar. Los beneficios de ser anfitriones de Dios, son implícitos a darle la bienvenida. Y en ellos profundiza el capítulo 15.

Pero sigamos con la reflexión, la elección no radica en ser "anfitrión" de uno u otro, puesto que la naturaleza impositiva e intrusiva del ego hace que del ego solamente pueda yo ser rehén: una persona cautiva encadenada a los sólidos eslabones de miedo, agravios, tristezas, y preocupaciones que el ego dispone -e impone- para mi supuesta "protección", rehén del ego soy hecho presa de sus conceptos, definiciones, estándares, calificaciones y juicios.Esto me deja claro que las alternativas a elegir son exactamente tal como la pregunta las plantea:
.

"¿...rehén del ego o anfitrión de Dios?"


-Y yo que ahora mismo prefiero ser anfitrión de Dios ¿qué hago?

Recordé una serie de televisión que se llamaba "La Isla de la Fantasía", el programa siempre iniciaba con la toma del enanito "Tatoo" que gritaba "el avión, el avión" mientras un jet se aproximaba a la isla. La siguiente escena los pasajeros descendían del avión para ser recibidos por el actor Ricardo Montalbán quien decía algo así como "...soy el Señor Rourke, su anfitrión. ¡Bienvenidos a la Isla de la Fantasía!"

¿Por qué escribo esto?

Porque el primer paso para ser anfitrión es justamente darle la bienvenida al huésped, al invitado.Ya dice el texto Cap.11.II.5


"El Espíritu Santo no puede hablarle
a un anfitrión que no le dé la bienvenida,
puesto que no será oído."


Wow, no me espero ya ni un instante más, no postergaré este encuentro, en el post de hace unas semanas acerca de la Gran Cruzada el primer paso decía "escucha mi voz" eso es lo que quiero, entonces desde ya mismo le doy la bienvenida. Es lo que puedo hacer, cada instante. ¡Bienvenido Espíritu Santo! ¡Bienvenido Amor!

"Dios le da las gracias al santo anfitrión que desee recibirle y le deje entrar y morar allí donde Él desea estar. Y al tu darle la bienvenida, El te acoge en Sí Mismo, pues lo que se encuentra en ti que le das la bienvenida, se le devuelve a Él. Y nosotros no hacemos sino celebrar Su Plenitud cuando le damos la bienvenida dentro de nosotros. Los que reciben al Padre son uno con Él, al ser de los anfitriones de Aquel que los creó. Y al abrirle las puertas, Su recuerdo llega con Él y así recuerdan la única relación que jamás tuvieron y que jamás querrán tener."
Texto Cap. 15.XI.9
Un Curso de Milagros
A Course in Miracles

-¿Y qué tan relevante es esto?

Wow, lo es todo, además de sumamente oportuno, sabes se acerca la Navidad, tu corazón (mente) es el pesebre en donde renace el amor, tu eres el anfitrión de la santidad, y ese anfitrión esta listo para darle la bienvenida a fin de cumplir con su misión. (Recomiendo la lectura "
En esta Navidad nuestra tarea conjunta es")

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