Hoy leí un relato bastante gracioso, por lo típico de su contenido. ¿Cuántas veces no nos ha pasado que queremos usar todas estas cosas tan hermosas que hemos aprendido sobre el Ser, para cambiar el mundo que vemos, de la manera que nos gustaría que fuese? ¿Y cuántas de esas veces hemos fracasado en el intento? Sin duda puede parecer frustrante no obtener un puesto de estacionamiento en un centro comercial a pesar de lo muy amorosas de tus palabras hacia el parquero. Incluso puede ser realmente molesto no lograr que un vecino disminuya el volumen de su equipo de sonido, por más pensamientos de unidad que le hayas enviado a ese querido hermano.
¿Cuál es el problema entonces? ¿Será que no enviaste suficientes pensamientos? ¿Será que se te escapó algún pensamiento no amoroso hacia tu hermano? Estas son la típicas preguntas que solemos hacer.
Criatura de Dios, lee con tu corazón las siguientes palabras:No hay nada allá afuera excepto tus propios pensamientos. Pero no puedes pretender cambiarlos cuando en primer lugar los has aceptado dentro de tu mente y afirmado al compartirlos.
Combatir "pensamientos negativos" con "pensamientos positivos" sólo puede ser idea de alguien que no está en su mente recta. Dios no está en guerra con tu ego, por más que quieras convertir eso en una realidad. Sin embargo, el sentido contrario de esa oración sí es cierto.
Estás constantemente en una lucha por escribir en el libro de tu historia antes que Dios. Todo aquello que percibes es primero interpretado por tu ego, el cual se apresura a dar la mejor respuesta que tiene para todo. Pero por excelente que suene su respuesta, debes recordar su procedencia y decidir de nuevo qué voz escuchar.
La voz del Espíritu Santo siempre habla después, para corregir las páginas que has escrito en el libro. La tinta que usa tu ego no es indeleble, y cualquier percepción carente de amor, llena de miedo, confusión o rabia, es sustituida por un hermoso poema acerca de quién eres Tú, y tu unidad con tus hermanos.
No obstante, parece muy difícil mantener esto en mente cuando estamos ante situaciones incómodas, de sufrimiento o molestia. Recuerda siempre esto: Cuando quiera que te sientas falto de paz, de amor, de tranquilidad, solo, molesto o incompleto, es porque has decidido escuchar la voz incorrecta para escribir en el libro de tu vida. Pero como Tú eres quien elige, ¡Elige de nuevo!
Pero que esta nueva elección sea libre de arrogancia. Ya has ofrecido apresuradamente la solución para tus problemas, pero ninguna de estas soluciones ha funcionado.
Aquieta tu mente por unos segundos y pregunta ante cualquier situación:
Espíritu Santo, en este momento no estoy sintiendo paz, por lo que es evidente que he elegido incorrectamente. ¿Qué debo hacer? Dejo esta situación en tu manos.Aguarda su respuesta. Puede ser un pensamiento, algo que diga una canción, un letrero, una persona. Él encontrará la manera si tu voluntad es escuchar su voz. La manera de distinguir tu propia voz de la voz del Espíritu Santo, es que Su voz no incrementa tu miedo, ni tu incertidumbre, pero sólo produce paz. Cualquier mensaje que no sientas de esa manera, es porque no lleva su firma y has escogido nuevamente escuchar la voz incorrecta. ¡Elige de nuevo!
La pregunta más importante que te puedes hacer en cualquier momento es ¿para qué? o ¿qué propósito tiene esto? Hazte esta pregunta siempre que te descubras haciendo algo sin haberlo consultado con tu Voz Interna.
¿Puedo pedirle al Espíritu Santo que me encuentre un puesto de estacionamiento? Sí, pero: ¿Qué propósito tiene esto?
En la respuesta a esta pregunta encontrarás el origen de quien hace el deseo.
¿Puedo hacer que mi vecino deje de molestarme con la música que a mi no me gusta? Si, pero:
¿Qué propósito tiene esto?
Si respondes esta pregunta será muy fácil ver que es más sencillo cambiar tu percepción sobre la música y tu vecino que esperar que algo mágico haga que él baje el volumen de su reproductor.
¿Puedo hacer algo por la gente que sufre en la guerra en la franja de Gaza? Sí.
Lo mejor que puedes hacer por ellos es percibirlos correctamente, al sanar TUS propios sentimientos y pensamiento acerca del conflicto.
¿Significa que no debo llamar a la policía ni hacer nada por lo que me aflije? ¡Al contrario!
Has creado el tiempo, y el tiempo es para actuar. Pero recuerda siempre preguntar a la voz correcta "¿Qué debo hacer?". Hasta Jesús se ponía abrigos para el frío, no temas que tus acciones pasen por "poco iluminadas"
Si reflexionas sobre esta frase estoy seguro que encontrarás un buen resumen de todo lo que se ha dicho. Y si la comprendes bien sabrás sin duda ¿Por qué las cosas no son como yo (en minúsculas) quiero?:
Nunca traigas la Luz a tus problemas
Lleva tus problemas a la Luz
y deja que ella los disuelva en su amor